Con arena en las orejas.
Este verano nos fuimos de vacaciones a Fisterra y nos lo pasábamos muy bien porque si hacía buen tiempo íbamos a la playa y sino nos quedábamos en la piscina. Era una suerte porque la piscina estaba cubierta y allí dentro hacía mucho calor.
Por suerte el agua estaba fría y no te morías de calor.
Por las tardes yo y mi hermano íbamos a nadar un poco y a hacer bombas si hacía frío sino nos íbamos a la playa.
Nos lo pasamos tan bien que volvimos de vacaciones con arena y con agua en las orejas.
