Había una vez una niña llamada Lydia a la que faltaba muy poco para su cumpleaños y el regalo de sus padres era ir a un concierto de su cantante favorita que ara Hannah Montana.
El día del concierto llegaron pronto y unos minutos antes del concierto se encontró con Hannah y le dijo que si quería subir con ella al escenario y van a cantar juntas las canciones.
Subieron, cantaron, bailaron y se lo pasaron genial.
Fue el mejor cumpleaños de su vida. Y desde entonces son grandes amigas y está invitada a todos los conciertos de Hannah.
El día del concierto llegaron pronto y unos minutos antes del concierto se encontró con Hannah y le dijo que si quería subir con ella al escenario y van a cantar juntas las canciones.
Subieron, cantaron, bailaron y se lo pasaron genial.
Fue el mejor cumpleaños de su vida. Y desde entonces son grandes amigas y está invitada a todos los conciertos de Hannah.
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