Ayer, estaba hablando con Eva, Lydia intervino, diciendo:
-¿Eva, puedes venir un momento?
Yo le dije que estaba hablando yo con ella, y que después ya podían hablar entre ellas.
A Lydia le pareció mal que le dijese eso y empezamos a discutir. Al final nadie habló con ella sinó que se marchó para no entrar en lios, como este que estábamos montando.
A la tarde Lydia me llamó para pedirme disculpas que yo tenía razón de que estaba hablando yo. Yo le dije que no pasara nada y que ya hablara con Eva.
Esto enseña que hay que pedír turno de palabra.
-¿Eva, puedes venir un momento?
Yo le dije que estaba hablando yo con ella, y que después ya podían hablar entre ellas.
A Lydia le pareció mal que le dijese eso y empezamos a discutir. Al final nadie habló con ella sinó que se marchó para no entrar en lios, como este que estábamos montando.
A la tarde Lydia me llamó para pedirme disculpas que yo tenía razón de que estaba hablando yo. Yo le dije que no pasara nada y que ya hablara con Eva.
Esto enseña que hay que pedír turno de palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario