Era un día normal, mientras que en Gondomar cuatro amigos Samuel, Antón, Claudio y Kiko estaban jugando en el campo de fútbol otros cuatro chicos misteriosos encapuchados aparecieron por allí (Samuel, Antón, Claudio y Kiko) y por la voz pensamos que eran Gonzalo y Alberto pero no estábamos seguros entonces se acercaron a nosotros y se descapucharon y sí, eran Gonzalo y Berto y nos dijeron:
- Os retamos a un partido de futbol mañana aquí alas 5:30, y dijo Samuel:
- Aceptamos, pero si ganamos no volveréis a poder pasar por aquí .
-Aceptamos, pero si ganamos nosotros no podéis volver a jugar al futbol nunca más, ¿vale?
Se marcharon y Antón, Samuel, Claudio y Kiko se pusieron a entrenar duro aunque sabían que le podían ganar con los ojos cerrados, pero por si les sorprendían.
Al día siguiente a las 5:30 Samuel, Antón, Claudio y Kiko estaban allí pero los otros no aparecían y dijo Samuel:
-A lo mejor tienen miedo a perder y como este campo es chulísimo aun quieren venir.
De repente, aparecen; va a empezar el partido, le dice a un árbitro si les podía arbitrar y aceptaron
piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Empieza el partido y saca el equipo de Samuel, sacando de medio centro Samuel le pasa la pelota a Claudio que se la pasa a Antón que sigue con el balón, cuando le presiona Alberto se la pasa a Claudio que va corriendo, se la pasa a Samu a línea de fondo que la centra y Antón remata y gooooooooooooooooooooooooooooooooooooool del equipo de Samuel.
Saca el equipo de Berto con un pase atrás y despeja fuerte hasta Gonzalo que se le escapa a un lado. Kiko se tira para pararla pero Gonzalo le pisa el tobillo a Kiko impidiéndole llegar al balón y se tira al suelo; entonces el árbitro pita penalti, Kiko en el suelo con un dolor terrible en el tobillo y le dice Antón:
- ¿Estas bien?, descansa, déjame parar el penalti y descansó.
Berto va a tirar el penalti y mira que Kiko, da un saltito hacia un lado y Berto mirando que saltó para un lado tiro para el otro lado pero era un truco por qué Kiko lo hizo porque así tiraría hacia el otro lado.
Se lanzó y paro el balón, lo tiró para fuera para salir del campo. Sacan de banda y tiran. Como Antón no tenía los guantes puestos metieron.
-¡ Empatados, 1-1 , al descanso!
Segundo tiempo y Kiko vuelve al campo. Sacan, roba Claudio, tira a puerta y.... le da en la cabeza del portero y cuando parece que va fuera, llega Samu a "toda caña" y tira y sin que el portero "la cheire", ¡entra!
pipipiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii final del partido.
-¡ Bien, ganamos 2 a 1! Bien, y ya sabéis, éste campo es nuestro.
